lunes, 27 de febrero de 2012

La ideología de la lluvia.

Casi todo el mundo tiene una ideología, y al que no la tiene se le mira mal, como alguien pasota a merced de los tiempos. Sin embargo yo me pregunto ¿Para qué sirve una ideología?.
¿Qué piensa la lluvia del aborto?¿Hay vacas de izquierdas y de derechas?¿Se manifiestan las ovejas contra los abusos del lobo?Cuando dos leones pelean en la manada,¿Es porque uno es creyente y el otro ateo.? La vida no tiene ideología ninguna, es un invento del ser humano y de sus grandes sociedades. Sin sociedad no hay ideología. Hay opiniones, visiones o creencias acerca de cosas concretas, pero no ideologías completas.
Una persona que esté a favor del aborto pero que crea que existe un ser superior y omnipontente, ¿Cuál es su ideología?
Cuando en España se legalizó el matrimonio homosexual y la adopción por parte de éstos, unos dijeron que era un avance, otros que la sociedad iba hacia el abismo. Tantos unos como otros ¿Se basaban en algo concreto? No, decidieron su postura deduciéndola de su ideología, que llevan años dando por hecho que está bien. ¿Qué pasaría si esa ideología, base de decisiones futuras, resultase ser falsa?¿Qué hacemos?¿La cambiamos por otra hasta encontrar la adecuada?¿Nos cortamos las venas? Una ideología es un castillo de naipes sobre el que construimos nuestras vidas. Si mañana llegan científicos y prueban mil veces que los adoptados por gays están tan sanos o más como los criados por heteros, me parece que los provida van a tener una gran crisis personal, crearon su vida en base a una serie de principios que empiricamente se demuestran incorrectas. ¿Y por qué tenemos la ideología que tenemos?¿Nos ponemos a plantearnos todo como Descartes desde el principio hasta el final? Tal vez alguno si lo haga, desde luego forma parte de una minoría diminuta. La ideología, como casi todo en la vida, forma parte de la conveniencia y necesidad de cada persona. No creo que en Senegal sean muy capitalistas. Cada acontecimiento en la vida es diferente, único e irrepetible y no debemos analizarlos en base a suposiciones y prejuicios sin comprobación empírica, ya sean estos tradicionales como la xenofobia, o modernos como la ...¿capitalismofobia?. Por supuesto todos tenemos tendencias hacia un lado u otro pero eso no quiere decir que vayamos a someter todos nuestros actos a un censor mental que decide si lo que hacemos es coherente con lo que creemos que es la vida. La libertad da miedo. Seamos realistas, no sabemos de donde venimos, ni a dónde vamos, ni qué hacemos aquí. No sabemos a dónde iremos cuando muramos, creer que sí lo sabemos nos atenúa ese miedo, ya que el miedo nace de la ignorancia de qué vendrá después. La certeza de que algo es cierto nos cierra a nuevas posibilidades. Las ideologías son limitaciones y cadenas que nos autoimponemos. No lo hagamos más.

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