Integración, la responsabilidad del inmigrante.

No voy a definir el concepto de integración, no lo veo necesario. Al hablar de ello nos viene  la figura del inmigrante especialmente, y después tal vez la del transexual por ejemplo. Sin duda son los más rechazados, pero que cumplamos con ellos no justifica que podamos discriminar a otros colectivos ni que todo el esfuerzo deba ser nuestro.
Que un colectivo no logre integrarse en la sociedad es un problema muy grave, dado que dichas personas discriminadas, aparte de pasarlo mal se juntarán entre ellos y formarán guetos, mafias etc.

Pero el fenómeno de la integración no es un esfuerzo exclusivo del país receptor, sino también de los extranjeros que llegan. Seguro que habéis visto los típicos bares o locutorios de africanos o sudamericanos en los que solo hay gente de su mismo origen. Si entra un español ahí estoy seguro de que no le van a echar a patadas, pero se verá como algo raro. Sin embargo en un bar de españoles si entra un colombiano no se verá extraño en absoluto.
Cada vez más establecimientos chinos o árabes (carnicerías), se molestan menos en escribir el nombre de sus establecimientos en castellano, por no hablar de aprender dicho idioma. Y yo no sé vosotros pero si yo voy a Rusia, aunque sea una semana de turismo, antes de ir me molestaría en aprender lo básico de su idioma y costumbres. Cierto es que los inmigrantes que nos llegan no tienen las mismas facilidades en sus países de origen, pero España no pone traba alguna en enseñarles nuestro idioma de forma gratuita o incluso dándoles empleos en escuelas-taller, donde además de aprender nuestra lengua también se instruirán en un oficio, cobrando además por ello. De esto último soy testigo directo.
Todo esto lo causamos los españoles, no exigiendo a nuestros inmigrantes absolutamente nada, dando por sentado que sólo porque exista inmigración va a haber riqueza independientemente de cualquier otra cosa.
Dejadme deciros que un requisito indispensable para que nuestros inmigrantes aporten su riqueza cultural es que se mezclen con nosotros, y para ello es necesario que conozcan nuestra lengua.
 Las personas que confunden este tipo de opiniones con racismo son especialmente molestas para que se pueda llevar a cabo una integración real en nuestro país.